jueves, 25 de abril de 2013




Por su parte, la amante aprovecha un cuarto de hora de soledad para repasar el álbum de láminas de amor pasional que su amante le dejó en un sobre envuelto en plástico en una rendija del muro del parque de los enamorados que queda al borde del acantilado. Es una memoria de la piel y su piel rememora.

Y claro está que esta historia hace bucles, se muerde el lomo, y que el parque en mención bien podría quedar en la ciudad del acantilado que publiqué en una entrada de septiembre del año pasado. Por tanto es posible establecer cerca a dónde amarizó la nave alienígena y así todo.   



4 comentarios:

  1. Matachito hace tiempo no sacaba tiempo para ver en qué andabas en términos de matachos, pero veo que vas bien adelantado. Muy lindos tus matachos y muy locas tus historias. Ví que en marzo aparece la luna que justo coquetea de vez en cuando sobre el cerro frente a mi casa y me emocioné al ver mi nombre. Linda luna, lindo homenaje.

    Felices matachos

    Un abrazo de Berenice florecida en dias frios bogotanos

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  2. Gladys Herrera P. ‏@charrerita trinó: Hola Camacho: qué belleza de matachos y de historias...bellas, bellas.

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  3. Interesante historia del mundo de los sueños y la imaginación, en donde todo es posible.
    Saludos : Enrique Castrillón.

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