lunes, 16 de diciembre de 2019


Serendipia

Estaba en mi libreta de apuntes este matacho de expresión alegre. Cuando lo pasé a la libreta de dibujos surgió la causa de la alegría: una serendipia lo habita, de la cual son testigos el perro alado, los matorrales, el sol y otras estrellas. Ni idea cuál fue.  






viernes, 13 de diciembre de 2019


Una idea insidiosa a punto de entrar al cerebro de este personaje.

Matacho de estreno del nuevo cuaderno que me regaló Berenice porque completé el otro, el del espiral negro. Este es cosido en el lomo. Con unas tapas negras tan serias que deberé embadurnarlas de algún color. El papel es delicado al extremo y el borrador lo levanta. Tal vez se una invitación a dibujar sin considerar nada equivocado. 


sábado, 19 de octubre de 2019

viernes, 18 de octubre de 2019

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

martes, 15 de octubre de 2019

 J., Azul, Lito. Episodio 4 
Abajo a la izquierda el apunte de la idea; a la derecha, el boceto



lunes, 14 de octubre de 2019



J., Azul, Lito. Episodio 3 (Nuevo)
Abajo a la izquierda el apunte de la idea; a la derecha, el boceto


domingo, 13 de octubre de 2019

sábado, 12 de octubre de 2019


El nacimiento de J., Azul, Lito

En septiembre de 2019 compré en promoción el curso on line de humor gráfico impartido por Liniers en Doméstika, titulado “Humor gráfico: danos la tira nuestra de cada día”, que resultó para mí especialmente motivador. Como era de esperar, el proyecto final era plantear un tira de humor gráfico, con aspiraciones de continuidad a través de múltiples episodios. De modo que me puse a mirar mi libreta de matachos, a punto de llegar a su fin, a ojearla y hojearla, esperando que alguno me hablara y me dijera: yo (o nosotros) lo puedo (podemos) acompañar en este emprendimiento. Rápidamente me decidí por el hombre calvo de cabeza ancha con un depresión del lado derecho donde le crece un arbolito habitado por un pájaro. Percibí que esos personajes tenían cosas qué decirse. 


En principio solo vi dos, el hombre y el pájaro, después supe que eran tres, el hombre, el pájaro y el arbolito. El problema siguiente fue encontrar qué cosas se dirían y ahí comenzó cierta magia, porque han ido saliendo de manera bastante natural. Como había que hacer al menos un episodio, decidí escucharlos y después de deambular por varios temas, aterrizamos en esta situación algo incómoda de convertirse en personajes de una tira de humor gráfico que empieza, porque todo tiene comienzo, y pues cuajó el episodio del encuentro y el reconocimiento con la frase del pájaro: “Relájate y actúa con naturalidad”, dirigida al hombre que se mira al espejo. Después añadí otra frase para dar contexto: "Un día, ante el espejo, J. se llevó esta sorpresa" 


Después había que nombrarlos y pedí ayuda a la Mona, mi mujer. Surgió así J., el hombre que obviamente tiene influencia kafkiana, pues un día descubre que tiene un arbolito con un pájaro en la cabeza y además tiene sintetizado su nombre en una letra. La elección de la J. no tiene mucho misterio. Así me bautizó mi tío Antonio en la infancia y fue mi apodo familiar durante años y aún hay gentes que así me llaman. De modo que quedó establecido el componente autobiográfico. Azul se llama el pájaro porque fue el color que le puse cuando aún no tenía nombre. Lito surgió como un apodo cariñoso para el arbolito. Y echaron a andar y por el camino se han ido desarrollado. Como se ve en la documentación del proceso, los textos y los dibujos se fueron complementando, a partir de un trazado que muestra dos viñetas pequeñas al lado izquierdo y una grande al lado derecho, que hasta ahora se han mantenido. Para ponerme a tono con los tiempos, empiezo hoy una maratón y publicaré un episodio por día en el blog y en Facebook en el grupo de Cuadernistas. 


martes, 3 de septiembre de 2019


Antes de salir a volar el clima era bueno, pero rápidamente el cielo se encapotó y se vinieron los primeros goterones y es tan divertido jugar a esquivarlos y qué más da... Hasta bonito desleírse en un charco en compañía de una colilla y un paquete de chitos vacío y el reflejo de unos tenis colgados de las cuerdas de la luz a manera de señal. 


miércoles, 28 de agosto de 2019


Parado en la rama, el ángel de la espiral aprovecha la oportunidad de observar esta esquina del universo. Como lo índica el símbolo en su pecho, harto sabe de su creación y evolución. Tiene un mucho de pájaro y nada de afán.

Apareció sin más en la libreta nueva como si efectivamente estuviera esperando la oportunidad de materializarse por aquí y darle un vistazo al mundo desde las montañas de Tinansucá, en cuyas faldas se encuentra Mirapalcielo.



lunes, 12 de agosto de 2019


Esta bailarina surgió en mi cuaderno de notas durante una de las sesiones del taller de cuento y novela corta japoneses al que me invitó Lorenzo. Allí leímos una novela corta de More Ogai que lleva ese nombre y la comentamos una noche. Mientras pudimos asistir a las sesiones, en el edificio de Sociología de la Universidad Nacional, nos divertimos y disfrutamos compartir pupitre. 


Sobre esta novela copio un comentario, tomado de https://koratai.com/literatura-japonesa/bailarina-mori-ogai, para que se entienda mejor el matacho:

‘La bailarina’: deber frente a pasión
La bailarina es una novela corta cuya historia gira en torno al deber y al honor en detrimento del amor y la pasión. El joven Toyotaro Ota, un brillante licenciado en derecho que, tras un tiempo desarrollando tareas gubernamentales, es invitado a ampliar  sus estudios en Alemania para avanzar en su carrera política. En Berlín conocerá a una bailarina llamada Elise, de la que se enamorará embarcándose en una relación que no comprenderán sus amigos y superiores.

sábado, 10 de agosto de 2019


La casa de la vidente está cerrada por conjuntivitis. Vuelva mañana.

La fachada la vi en un número de la revista El Paseante de 1998 que aún conservo. Es una foto de Anna Marianni, tomada en el nordeste brasileño, que me encantó, pero me quedó mal grabada en la memoria. Ahora que reviso para dar la referencia, compruebo que la fachada fotografiada es muy bella y que mi memoria hizo ajustes involuntarios más bien desafortunados, pero agregó el ojo. La palma es un intento de dibujo del natural y está cerca al garage donde mi hijo Simón toma clases de piano en Tinansucá, la tierra de los rayos. Fue lo primero que dibujé; luego la memoria trajo la casa, el ojo trajo consigo el oficio de la habitante (ver las ciudades y los símbolos del maestro Calvino), el oficio trajo aparejada la imposibilidad de ejercerlo para explicar la puerta cerrada y así todo. Salta al ojo al abrir el cuaderno de notas que estoy usando ahora.  


viernes, 24 de mayo de 2019


La dama y el pájaro, gracias a las antenas que les conectan al universo, se entienden a las mil maravillas y tienen una bonita relación.

La dama y su pájaro hace meses me esperaban en una libreta que llené con los asuntos de los primeros meses del año. Hoy los vi y les repasé las líneas. 



jueves, 16 de mayo de 2019




En esta uña hay un multifamiliar de varios pisos. El ambiente es polvoriento y la estrella más cercana se ve como una pelota de ping pong. Quizás la bestia persigue una lagartija, pero los habitantes del multifamiliar apenas perciben un sacudón. La tradición les cuenta que muy de vez en cuando, cada 100 años de ellos, digamos, su mundo sufre un sacudón y por eso aseguran su menaje a las paredes. Cuando esto ocurre, un polvo menudo se acumula sobre las superficies de las mesas y arriba de los escaparates. Luego, durante el siglo que dura la siguiente siesta de la bestia, continuan sus especulaciones sobre la estructura del universo.




lunes, 25 de marzo de 2019




No pude hacer nada distinto que intentar un retrato de la poesía a partir de la definición de Sandburg citada por la querida Wislawa en su Correo Literario. La libreta de los apuntes diarios se me llenó de versiones de ese animal mitológico hasta que se decantó esta. Ahí les queda.




sábado, 23 de marzo de 2019



La mano poderosa para las caricias extremadamente suaves causa la admiración del mundo mundial.





miércoles, 6 de marzo de 2019


El último día, Betsabé y yo hablamos de las caricias del sol, del corazón enloquecido de los colibríes, del olor pegajoso de las sardinas en lata, de la variedad del canto de los pájaros, de las historias que susurra el viento en las orejas cuando se corre rápido, del acicalamiento del pelaje y los peligros de las bolas de pelos, de las noches de luna llena en las que se ven hasta los gatos negros, de los juegos mortales con ratones, lagartijas y mariposas, del arte del ronroneo, de su único parto en la sala y lo bello que era Shaka Zulu. En fin, de la vida vivida.