viernes, 25 de enero de 2019








La sirena del aire y el jardín

 La sirena del aire saltó del micropunta a la libreta de un envión. Solo tuvo una duda a la altura de la cola, cuando ya era una matacha bien evidente, pero la resolvió con facilidad. Después nutrió un jardín para ser mirado y que la mirara. Reciprocidad, llaman. 



miércoles, 23 de enero de 2019


La Señora Pez surgió así: resulta que entramos con la Mona a un lugar en el pueblo donde hacen trámites de tránsito y venden elementos de papelería. En la vitrina estaban esos marcadores haciendo ojitos. Los vi y me resistí a sus encantos, pero la Mona me vio la gana y me los compró. Tan pronto estuvieron a tiro de libreta se alborotaron y se amangualaron con los sharpies que me regaló Dora cuando estuve en la clínica hace un par de años, con los colores que la prima Lulukas le regaló a Esteban cuando era muy niño (desde hace 25 años se los cuido para que no se le dañen) y con el color de todos los colores que me regaló Nancy, mi cuñada profesora. Entonces empezó la rayadera que terminó en esta señora pizpireta con cartera de reina de Inglaterra y la aleta dorsal llena de alevinos, rodando oronda por la playa frente a una ciudad que la ve pasar con todas las ventanas. Así las cosas. 



martes, 22 de enero de 2019


Todo empezó con el insomnio y las ganas de rayar. Entonces una serpentina verde hacia la parte inferior de la página blanca. Después vino el rojo en las volutas. Y esto se convirtió en el bordado de una boina (se me fue con tilde en el original) que pidió a gritos una cabeza de la cual, además de la parte que va dentro de la "gorra sin visera, redonda y chata, de lana y generalmente de una sola pieza", solo cupieron los ojos, las orejas y una nariz muy resumida. Arriba, el gran espacio en blanco, al día siguiente acogió el globo que se llenó de pájaros y entonces se supo qué carajos andaba prensado el poeta. Así las cosas.





viernes, 18 de enero de 2019


Esta ventana libélula cometa habitada por ojos voló hasta mi libreta y me genera ciertas ganas de abandonar el escritorio y revolotear por ahí. 





jueves, 10 de enero de 2019


Mucho qué comer tiene este pájaro. Cosas que vuelan, que fluyen en el agua, que cuelgan de las ramas. Es un bendecido del sol, pero está mas bien distraído, perturbado, insatisfecho. Ya se le pasará.