sábado, 19 de octubre de 2019

viernes, 18 de octubre de 2019

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

martes, 15 de octubre de 2019

 J., Azul, Lito. Episodio 4 
Abajo a la izquierda el apunte de la idea; a la derecha, el boceto



lunes, 14 de octubre de 2019



J., Azul, Lito. Episodio 3 (Nuevo)
Abajo a la izquierda el apunte de la idea; a la derecha, el boceto


domingo, 13 de octubre de 2019

sábado, 12 de octubre de 2019


El nacimiento de J., Azul, Lito

En septiembre de 2019 compré en promoción el curso on line de humor gráfico impartido por Liniers en Doméstika, titulado “Humor gráfico: danos la tira nuestra de cada día”, que resultó para mí especialmente motivador. Como era de esperar, el proyecto final era plantear un tira de humor gráfico, con aspiraciones de continuidad a través de múltiples episodios. De modo que me puse a mirar mi libreta de matachos, a punto de llegar a su fin, a ojearla y hojearla, esperando que alguno me hablara y me dijera: yo (o nosotros) lo puedo (podemos) acompañar en este emprendimiento. Rápidamente me decidí por el hombre calvo de cabeza ancha con un depresión del lado derecho donde le crece un arbolito habitado por un pájaro. Percibí que esos personajes tenían cosas qué decirse. 


En principio solo vi dos, el hombre y el pájaro, después supe que eran tres, el hombre, el pájaro y el arbolito. El problema siguiente fue encontrar qué cosas se dirían y ahí comenzó cierta magia, porque han ido saliendo de manera bastante natural. Como había que hacer al menos un episodio, decidí escucharlos y después de deambular por varios temas, aterrizamos en esta situación algo incómoda de convertirse en personajes de una tira de humor gráfico que empieza, porque todo tiene comienzo, y pues cuajó el episodio del encuentro y el reconocimiento con la frase del pájaro: “Relájate y actúa con naturalidad”, dirigida al hombre que se mira al espejo. Después añadí otra frase para dar contexto: "Un día, ante el espejo, J. se llevó esta sorpresa" 


Después había que nombrarlos y pedí ayuda a la Mona, mi mujer. Surgió así J., el hombre que obviamente tiene influencia kafkiana, pues un día descubre que tiene un arbolito con un pájaro en la cabeza y además tiene sintetizado su nombre en una letra. La elección de la J. no tiene mucho misterio. Así me bautizó mi tío Antonio en la infancia y fue mi apodo familiar durante años y aún hay gentes que así me llaman. De modo que quedó establecido el componente autobiográfico. Azul se llama el pájaro porque fue el color que le puse cuando aún no tenía nombre. Lito surgió como un apodo cariñoso para el arbolito. Y echaron a andar y por el camino se han ido desarrollado. Como se ve en la documentación del proceso, los textos y los dibujos se fueron complementando, a partir de un trazado que muestra dos viñetas pequeñas al lado izquierdo y una grande al lado derecho, que hasta ahora se han mantenido. Para ponerme a tono con los tiempos, empiezo hoy una maratón y publicaré un episodio por día en el blog y en Facebook en el grupo de Cuadernistas.