lunes, 8 de octubre de 2012


Entonces levantó la mirada hacia la columna del olvidado unicornio que desde las alturas ignora el deambular con la mirada a ras de piso de ciudadanas y ciudadanos, ajenos a su existencia, olvidados de su posibilidad. Sintió un poco ridícula su ilusión de pescar la barracuda más grande y ser reconocido por esto. Invocó al unicornio una señal. 
El unicornio hace frecuente aparición en mis libretas. Se estableció definitivamente como personaje cuando salió a pastar al lado de las flores en medio de tres castillos y un árbol en patines, paisaje que adorna el frontal de un teatrino que pinté para una niña que responde al aromático nombre de Mango. Tiene además versión de dulceabrigo rellena de mota. No la hice yo, la hizo la Mona.


2 comentarios:

  1. Reporto mi paso por tu mundo-blog! Tus colores me traerán de vuelta sin duda :)

    Maria Mefelibata

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  2. Hola Maria Mefebilata. Bonito que hayas visitado los matachos de mi libreta. Espero que vuelvas y encuentres otros que digan cosas a tus ojos.

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