domingo, 12 de abril de 2015


Aguacero camino al aeropuerto. Atrapadas en sus cajas rodantes con agujeros cubiertos con cristales, las gentes se miran unas a otras y vaga, borrosamente, descubren cosas propias y ajenas: sesgos del carácter, parecidos increíbles, tenues perversiones, estados de ánimo, intenciones imperiosas, esbozos del destino, etc.

Dibujado con mano temblorosa luego de 45 minutos de trancón en la 26, en una cafetería próxima a la remota oficina de Satena en El Dorado remodelado, después de haberme chequeado para viajar a Quibdó.    


1 comentario:

  1. Teancones maravillosos, que hacen que produzcas tan bonitas imágenes. Me encanta.

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