domingo, 19 de agosto de 2012


 Y dispuesto, cuando me desvelo, a mirar largamente la luna con la certeza de que me sonríe cuando me pela los dientes.


2 comentarios:

  1. Primero fue la ciudad del insomne que estaba acostado. Luego la luna voraz copó el cielo e hizo que el insomne se asomara a la ventana.

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