sábado, 29 de octubre de 2016


El poeta escucha los versos que la estrella distante le dicta con su taconeo.

El primer trazo fue el del pelo y me vino a la mente la melena de Bolaño. Después fueron las gafitas para completar el parecido hasta donde alcanzan mis precarias artes como dibujante "del natural", pues más bien soy dibujante "de la punta del lápiz" (trato de descifrar lo que quiere dibujar el lápiz). Y después el lápiz me planteó la estrella entaconada y me invadió la emoción pues tal vez sea llegada la hora de leer Estrella distante del mismísimo Bolaño. ¿Alguien tiene el libro y está dispuesto/a a prestármelo y perderlo?  



1 comentario:

  1. Ah malaya un par de orejas 👂 como las de Bolaño, para escuchar el taconeo de una estrella.

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