lunes, 9 de marzo de 2015



Desde la mesita tachonada de estrellas, el pescadito del coronel Aureliano Buendía lanza su anzuelo, confiando en que esa mujer caerá por la oreja. La flor le hace la segunda, la abeja aprovecha y el sol, que provee la energía para todo lo anterior, mira.

En esta doble página del cuaderno, primero apareció un tímido boceto del pez arete. Estaba mascullando la idea del homenaje a García Márquez a través de los pescaditos de oro del coronel Aureliano Buendía en el almanaque 2015 del Taller Creativo de Aleida. El coronel, símbolo de la soledad y el desamor, desengañado de la guerra y de la paz, se enfurruña en su taller para hacer pescaditos y después fundirlos y vuelta a empezar. Entonces se me fue ocurriendo que, en este otro año donde la paz sigue teniendo su oportunidad,  poner a circular esos pescaditos era una manera de ayudar a romper ese círculo vicioso, de darnos la oportunidad de usarlos para hacer las paces y vivir la vida en compañía y con alegría.

 




1 comentario: