domingo, 25 de enero de 2015




 El perro azul espera que caiga el fruto del árbol de llamas.

Salvado de los muchos puntos de tinta que se traspasaban de las notas consignadas al respaldo de las hojas, durante una reunión en la que establecíamos un proyecto similar al del perro: objetivos, actividades, cronograma, recursos… Quizás menos goloso, pero no todo puede ser así.





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