Ante el espejo, de espaldas a la ventana, sin reparar en el gato o el pájaro, la mujer luminosa vestida con aretes anticipa la visita de su amada, anticipa el sabor de las pataconas con hogao que van a comer mientras se comen a besos como si fueran golosas y jugosas pataconas con hogao enamoradas.
(Esta historia empezó hace dos entradas y continuará)
Me encantan las sorpresas, hermoso e incluyente giro de esta colorida historia. Más por favor.
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