Esta culebra dispuesta a morderse la cola es mi primer ejercicio serio luego de cortarme la yema del pulgar de mi mano derecha. Fueron 14 puntos y la esquina interna del dedo me quedó insensible, justo en la zona donde agarro el micro punta o la pluma o el color. De modo que me estoy acostumbrando a esa extraña sensación. Creo que seguiré rayando.
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