El explorador acaricia al diente de león, pero también lo puede estar encuellando. Caricia o gesto amenazante, el asunto es de hambre.
En la guarda del séptimo Cuaderno de Sueños que utilizo para tomar notas o hacer matachos. Un producto que desarrollé de manera conjunta con el Taller Creativo de Aleida en 2009, del cual conservo algunos ejemplares y una deuda de crédito con Supersonabonita, quien me ilustró en el tema de la captura de los sueños con un cursillo personalizado, a partir del cual escribí la nota introductoria del cuaderno que empieza así:
"La luna y el sol. La noche y el día. El sueño y la vigilia. Y este cuaderno como sostén de una enredadera para pasar cosas de un lado al otro, para enriquecer este lado de la vida en el que al parecer nos hallamos despiertos."
Sueños materializados, en tus cuadernos de sueños. Así podemos entrar a tu mundo mágico y ver como es imposible resistirse al picante sabor de diente de león.
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