Gordos dientes de león intercambian nubes sobre el estado del mundo. Uno comenta con pasión y el otro posa de frío analista...
Pensé en seguir así: "Al fondo la ciudad de la que pronto saldrá al trote un niño y llegará hasta ellos, les tronchará el tronco y los soplará para que la conversación peleche en muchos lados", pero me pareció que tronchar esos tallos gordos iba generar todo tipo de chisguetes y que el niño iba a quedar hecho una porquería.
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